Probablemente fue Chicho Sánchez Ferlosio, con su canción "Hoy no me levanto yo", el origen de mi deseo de escribir sobre los acostados. Para mí fue un aunténtico himno a la rebeldía y a las ganas de darse de baja, que a muchos nos acomete periódicamente. He aquí el video.
Acostarse es una actividad cotidiana, que la mayoría de los mortales hace de manera rutinaria, una vez acabado el día. Así, pasan durmiendo o descansando un tercio de su existencia, aunque sin disfrutar plenamente de la experiencia. A ese tiempo hay que añadir bastantes más horas, entre las que podemos contar las de los primeros años de la existencia, cuando los humanos no saben andar y necesitan más horas de sueño; también hay que sumar los períodos de enfermedad y convalecencia; y los momentos añadidos de descanso, holganza y vagancia, que a todos nos asaltan tarde o temprano.
Pero se trata aquí precisamente de la tentación de vivir acostado y despierto, que asalta a determinadas personas. Desde que su padre pasaba "recostado" la mayor parte de su tiempo de ocio que pasaba en casa, cuando sus hijos eran pequeños, antipático ha estado coleccionando casos, reales e imaginarios, de personas que deciden vivir acostadas. Mostrar esta colección de acostados será el objeto de su próximo cuaderno.
Son muchos los motivos que han llevado a la gente a acostarse, a tomar esa determinación repentina que les aparta del mundanal ruido y les mete en la cama: la enfermedad, el cansancio, la vejez, los accidentes, la jubilación, la depresión, la acidia, la rebeldía, el vicio, el frío, el convencimiento de la inutilidad de los afanes diarios, la locura o el desengaño. Todos ellos han encontrado en la cama un nuevo mundo en el que vivir. Allí pueden nacer, amar, soñar, dormir, imaginar, escuchar, recibir visitas, hablar, comer, beber, trabajar, pintar, viajar, ver películas, leer, escribir, incluso dormir.
Liberados de las tareas habituales, los acostados tienen tiempo para todo. Su condición se convierte en un estado de ánimo y su vida tiene un atractivo indudable, incluso cuando han adquirido esa condición por necesidad. Aunque esto de no poder levantarse ha de tener menos aliciente, pues entonces la vida de los levantados adquiere el atractivo de lo prohibido. La vida del acostado puede verse como una especie de privilegio de afortunados si tienen quien les cuide y les sirva, pues de lo que se trata es de acostarse cuando los demás están activos. Todos los que sienten esa atracción por la cama quieren solventar los problemas que proceden de su propio cuerpo, del mundo exterior y de las relaciones con los demás que, como dijo Freud, son las tres causas de nuestro malestar.
Se acusa a los acostados de estar deprimidos, o de ser vagos o degenerados. Se suele pensar de ellos que no tienen el valor de enfrentarse con la realidad y con su vida. El antipático quiere aquí reivindicar la condición noble de los acostados, esos seres incomprendidos, entre los que ha habido seres perezosos o enfermos, es verdad, pero también trabajadores infatigables, hombres de mérito, inconformistas, rebeldes, seres imaginativos y notables artistas. También los artistas han creado arte con los acostados e inventado maravillosos personajes y figuras.
Groucho Marx, en su libro Camas afirmaba, como hombre que había pasado los dieciséis años más felices de su vida en la cama, que debajo de la cama todos somos iguales, que no vale la pena hacer nada que no puedas hacer en la cama y que las personas se muestran más propicias a atender a razones cuando están en la cama. De las camas no le interesaba su propiedad de aliviar el dolor, sino las horas felices que uno puede vivir en ellas.
...buscaba en unos grandes alamacenes un disco de Amancio Prada, "Cinco poetas", buscaba aquella canción que tanto consuelo nos dio a los dos cuando murio tu gran amigo Fernando Cano tan de repente, tan inesperado...decía que buscaba "El tiempo que yo no viva" de Agustín García Calvo. No encontré aquel disco, pero si otro que Amancio Prada dedicaba a su gran amigo Chicho Sánchez Ferlosio y contenia la canción tan buscada...
ResponderEliminarTome el autobus, me sente y abri aquel "tesoro" que me descubrió a Chicho, leyendo a Amancio Prada mi corazón se apasiono, emocino, intentando apresurarme alm salir del autobus para contarte casi nerviosa que tenía entre mis manos...
En ese disco estaba "hoy no me levanto yo" donde la gracia, salero, humor, talento están a flor de piel...esta canción la hemos coreado juntos, riéndonos ante una letra que es una joya del buen humor de Chicho.
Gracias por ponerla aquí, pues escribo mientras la vuelvo a escuchar, L.
en fin... como poder, se puede escribir de todo, claro, pero nunca pensé que alguien lo haría sobre los "acostados"... quizá porque yo he tenido una en mi vida, mi madre, que se metió en cama hace unos 20 años y, desde entonces, apenas ha vuelto a salir.. siempre hay una causa justificable para ella, que no para los demás, apatía, enfermedades varias, depresión... hace poco le diagnosticaron "sindrome de somatización", que supongo que es algo parecido a que toda enfermedad que pasa delante de tus narices, ya sea leída, escuchada o que la padezca otra persona, la haces tuya... por supuesto, los culpables de toda enfermedad (sobre todo la depresión) que pasase por su vida, éramos nosotros tres, su familia, marido e hijas, que, aún jóvenes, e incluso pequeñas, no comprendíamos, ni antes ni ahora, como pudo abandonarnos de aquella manera en vez de luchar.. quizá, por eso, yo me levanto como un resorte cada mañana... si me encuentro bien, mejor, pero si tengo el día tonto, tampoco me quedo allí, salgo al mundo, a ver qué me depara hoy. Todo antes que rendirse sin luchar.
ResponderEliminar¡ que placer estar aqui !! me encntó la cancion jaajajajajaja.. ¡ hoy no me levanto yo !! jajajaja ... creo que todas aquellas personas que decidad vivir acostados ... bueno ha de ser como la soledad .. voluntaria y no impuesta por ninguna enfermedad o decision ajena a uno mismo .. principe ¡ que buen comentario amiga !!
ResponderEliminarque manera tan bonita de descrobir a los acostados, y quienes somos nosotros para juzgarlos, seguro tienen muchas mas cosas en su mente que los que se levantan todos los días y malgastan su tiempo en chorradas, manejan a la gente sin la menor cobardía...
ResponderEliminarVeo con regocijo que no figura la palabra agotado en "acostados". Me encantaria tener la posibilidad de acceder de alguna manera a él, aunque sé soy una gran priviligiada por la vasta posesión.Tendria alguna posiblidad, querido antipatico?
ResponderEliminarSiempre tu admiradora, la capilla indochina.
Recuerdo como satisfice con prontitud la compra del libro "Camas".
ResponderEliminarCapilla indochina