BERTA.- Nombre de la protagonista de la película de 1965, de Basilio Martín Patino, “Nueve cartas a Berta”, que se encuadra en lo que se denominó nuevo cine español, movimiento renovador que al final no tuvo la continuidad merecida. El filme se abre con una cita que toma el director de los versos del poeta Antonio Machado: “Esta es la historia de un español que quiere vivir, y a vivir empieza”. La película obtuvo la Concha de Plata en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Su argumento es el siguiente: Lorenzo acaba de regresar de Inglaterra, donde se ha enamorado de Berta, una chica hija de padres exiliados que nunca ha visto España. Lorenzo intenta a través de unas hermosas cartas que ella entienda cómo es el mundo en el que un día vivieron sus padres.
CALIGRAFÍA.- Se podría escribir un tratado sobre el tema. De hecho se han publicado innumerables libros y tratados sobre el arte de la caligrafía. Se puede escribir con letra de molde o en tintas de colores o poner dibujos al texto, se puede escribir en columnas como los chinos, o en espejo, como Leonardo da Vinci, pero ¡por Dios!, ante todo que sea la letra clara y se pueda leer, sin que haga falta ser maestro calígrafo. Nuestro olvidado Antonio de Guevara (ver la voz “contestar”), ironizando con la letra de uno de sus corresponsales, le escribe lo siguiente:
“Las letras de vuestra mano escritas no sé para qué se cierran, y menos para qué se sellan, porque, hablando la verdad, por más segura tengo ya a vuestra carta abierta, que no a vuestra plata cerrada, pues a lo uno no le bastan candados, y a lo otro le sobran los sellos. Yo di a leer vuestra carta a Pedro Coronel para ver si venía en hebraico; dila al maestro Prejamo para que me dijese si estaba en caldeo; mostréla a Hameth Abducarin para ver si venía en arábigo; díla también al Sículo para que viese aquel estilo si era griego; enviésela al maestro Ayala para saber si era cosa de astrología; finalmente, la mostré a los alemanes, flamencos, italianos, ingleses, escocianos y franceses, los cuales todos me dicen que o es carta de burla, o escritura encantada. Como me dijeron muchos que no era posible sino que era carta encantada o endemoniada, determíneme de enviarla al gran nigromántico Joanes de Barbota, rogándole mucho que la leyese o conjurase, el cual me tornó a reescrbiir y avisar que él había la carta conjurado y aun metídola en cerco, y lo que alcazaba en este asunto era que la carta sin duda no tenía espíritus, más que me avisaba que el que la escribió debía estar espiritado. Por lo que os quiero y por lo que os debo, os aviso y ruego, señor, que de aquí adelante tomés estilo de mejorar la letra, si no, podéis encomendaros a Joanes de Barbota. Tan virgen escapara de mis manos la carta, como escapó la mujer de Putifar de manos de José” (Epístolas familiares).
CALIGRAFÍA.- Se podría escribir un tratado sobre el tema. De hecho se han publicado innumerables libros y tratados sobre el arte de la caligrafía. Se puede escribir con letra de molde o en tintas de colores o poner dibujos al texto, se puede escribir en columnas como los chinos, o en espejo, como Leonardo da Vinci, pero ¡por Dios!, ante todo que sea la letra clara y se pueda leer, sin que haga falta ser maestro calígrafo. Nuestro olvidado Antonio de Guevara (ver la voz “contestar”), ironizando con la letra de uno de sus corresponsales, le escribe lo siguiente:
“Las letras de vuestra mano escritas no sé para qué se cierran, y menos para qué se sellan, porque, hablando la verdad, por más segura tengo ya a vuestra carta abierta, que no a vuestra plata cerrada, pues a lo uno no le bastan candados, y a lo otro le sobran los sellos. Yo di a leer vuestra carta a Pedro Coronel para ver si venía en hebraico; dila al maestro Prejamo para que me dijese si estaba en caldeo; mostréla a Hameth Abducarin para ver si venía en arábigo; díla también al Sículo para que viese aquel estilo si era griego; enviésela al maestro Ayala para saber si era cosa de astrología; finalmente, la mostré a los alemanes, flamencos, italianos, ingleses, escocianos y franceses, los cuales todos me dicen que o es carta de burla, o escritura encantada. Como me dijeron muchos que no era posible sino que era carta encantada o endemoniada, determíneme de enviarla al gran nigromántico Joanes de Barbota, rogándole mucho que la leyese o conjurase, el cual me tornó a reescrbiir y avisar que él había la carta conjurado y aun metídola en cerco, y lo que alcazaba en este asunto era que la carta sin duda no tenía espíritus, más que me avisaba que el que la escribió debía estar espiritado. Por lo que os quiero y por lo que os debo, os aviso y ruego, señor, que de aquí adelante tomés estilo de mejorar la letra, si no, podéis encomendaros a Joanes de Barbota. Tan virgen escapara de mis manos la carta, como escapó la mujer de Putifar de manos de José” (Epístolas familiares).
EPISTOLARIOS.- Llámanse así a las colecciones de cartas privadas de una persona, que se agrupan por determinado periodo de tiempo o corresponsal, para su publicación, aunque fueron cartas personales no destinadas a que fueran divulgadas. Por eso se suelen publicar tras la muerte de los autores, que no hubieran tolerado tal intromisión en su intimidad. Se conocen innumerables epistolarios de personajes famosos, que nos permiten mirar a través de una mirilla, su vida privada, sus sentimientos y las contradicciones pavorosas entre su vida pública y la privada. Existe un blog especializado en cartas famosas.
ESCRIBIDOR DE CARTAS.- Persona que sabía leer y escribir, y que hacía de su oficio el escribir para otras personas analfabetas todo tipo cartas, entre ellas, las cartas de amor. Figura magnífica que permaneció hasta hace poco en algunas de nuestras plazas mayores de ciudades de provincias. Hoy esa función la suple Internet, la actual plaza o feria, donde todo se puede encontrar, en el que existen numerosos sitios que se ofrecen a escribir cartas, de amor o de otro tipo.
GIBRAN, KHALIL.- Poeta, pintor, novelista y ensayista libanés.Su obra cumbre , "El Profeta" se publicó con imagenes de su propia autoría.Mantuvo con la famosa escritora árabe Mary Zidayeh una correspondencia que duró 20 años y concluyó con la muerte de Gibran.
"Querida May:
Dices que soy un artista y un poeta.No soy artista, May, ni poeta.He pasado mis dias escribiendo y pintando, pero no estoy de acuerdo con mis dias y mis noches.Soy una nube, May, una nube que se mezcla con los objetos pero que nunca se une a ellos.Soy una nube , y en la nube está mi soledad, mi hambre y mi sed.pero mi desventura es que la nube anhela que le digan :No estás solo en este mundo , sino que somos dos , y sé quien eres." Autorretrato (1960).
Dices que soy un artista y un poeta.No soy artista, May, ni poeta.He pasado mis dias escribiendo y pintando, pero no estoy de acuerdo con mis dias y mis noches.Soy una nube, May, una nube que se mezcla con los objetos pero que nunca se une a ellos.Soy una nube , y en la nube está mi soledad, mi hambre y mi sed.pero mi desventura es que la nube anhela que le digan :No estás solo en este mundo , sino que somos dos , y sé quien eres." Autorretrato (1960).
MENSAJERO.- Es la persona a quien se encomienda llevar las cartas cuya entrega no se quiere dejar al cuidado de los carteros. Son esenciales en las relaciones amorosas que se quieren mantener ocultas, y que se alimentan de las cartas de los amantes, donde conciertan sus citas y proclaman sus amores y deseos. Dado lo delicado de su misión, debe tener disposición, ingenio, inteligencia y discreción. Se ha utilizado mucho a las mujeres en la entrega de las cartas amorosas, para no levantar sospechas, sobre todo viejas como la Celestina o Trotaconventos. El descuido en la elección del mensajero, pueden llevar a la catástrofe a los amantes, como aquella historia en el que la negligencia en la entrega de una carta, dio con la muerte de dos famosos amantes, llamados Romeo y Julieta, según una historia que imaginó el insigne William Shakespeare.
LETAL.- Hay cartas que matan, como algunos amores.
“Eran entonces las tres de la tarde, y nuestra amiga estuvo bastante tranquila hasta las cinco, de suerte que todos volvimos a tener algunas esperanzas. Por desgracia trajeron entonces una carta. Cuando quisieron entregársela, dijo desde luego que no quería recibir ninguna, y nadie insistió; pero desde aquel momento pareció más agitada. Poco después pregunto: ¿De dónde venía? No tenía marca. ¿Quién la había traído? No se sabia. ¿De parte de quien? No lo habían dicho a la tornera. Calló por algún tiempo; luego volvió a hablar, pero por sus frases interrumpidas y sin conexión, comprendimos que le entraba nuevamente el delirio.
Sin embargo, tuvo todavía un momento de serenidad, hasta que al fin pidió que le diesen la carta. Apenas fijó los ojos en ella, exclamó «¡De él! ¡Dios mío!». Y luego con voz fuerte, pero sofocada: «Tomadla, tomadla». Al instante hizo echar las cortinas de su cama y prohibió que nadie se llegase a ella; más casi al mismo tiempo tuvimos que hacerlo, porque el ataque había empezado de nuevo, con más violencia que nunca, agregándose unas convulsiones verdaderamente espantosas. Estos accidentes no han cesado en toda la noche, ... y no disimulo a vmd. que me queda poquísima esperanza.
Supongo que esta fatal carta será de Valmont... "(Pierre Choderlos de Laclos: Las amistades peligrosas).
OLOR.- Sobre el olor o el perfume de las cartas mucho se podría decir. Desde un pasado milenario y en el lejano Oriente (ver la voz del Japón) en que ya se perfumaban las cartas, la humanidad no ha dejado de perfumar sus epístolas, sobre todo las de amor, con alguna fragancia o introduciendo pétalos de flor u hojas de plantas aromáticas. El olor en una carta, de flores o de algún perfume, dice mucho de quien la escribe y sugiere no poco a su destinatario. Hoy en día impregnar de olor nuestras cartas no es necesario, pues constituye una sorpresa que hay que añadir al hecho en sí de recibirla. En ningún caso conveniente que nuestras cartas huelan mal. No es práctica recomendable, escribirlas en la cocina, en un taller con humo, o en algún otro lugar que desprenda olores fuertes o desagradables; en esos lugares, por otra parte, se podrían manchar la carta, defecto en el que tampoco se debe incurrir. Los olores de la carta deben ser agradables y perfectamente reconocibles. Viene aquí a cuento dar noticia de que en 1685, Loreno Magalotti (1637-1712) escribió unas “Cartas sobre los olores” (Lettere sugli odori), que fueron publicadas en Florencia en 1721, en las que, en un tono de placentera y refinada conversación, diserta sobre la facilidad del olfato de inducirnos a error, por ser órgano imperfecto, y ensalza la experiencia olfativa, comentando, de paso, el estado de la civilización de los diversos países, con respecto a los olores. Cuidado, pues, al o “adornar” con olores las cartas.
PAPEL.- Tan importante es en las cartas su contenido, como el color, gramaje y textura del papel con que se escriben, si está o no timbrado o adornado con alguna filigrana, dibujo, marca o emblema personal de quien la escribe, si es antiguo o nuevo, si es siempre igual o distinto para cada tipo de misiva. Denotan el cuidado y mimo con que se escriben, y la atención y el amor a quien se envían.
ROBO.- No sólo abrir y leer las cartas ha sido frecuente lamentablemente (ver la voz "secreto"), sino también su robo. Edgar Allan Poe, escritor estadounidese (1809-1849 ), escribió el famoso cuento La carta robada. En él nos cuenta la historia de una importantísima carta que ha sido robada y escondida por el ladrón en su casa. El ladrón era un ministro que chantajeaba, con su comprometedor contenido, a una persona eminente de la casa real. A pesar de los esfuerzos de la policía durante meses, que ha realizado minuciosos e interminables registros, no es posible encontrarla. El Inspector de la policía le cuenta el caso a unos amigos en el club, que le iluminan en una sorprendente solución.
SECRETO.- El secreto de la correspondencia es un derecho inherente a la intimidad de las personas. Es muy frecuente que no se respete, sobre todo en el ámbito familiar y doméstico, por lo que han de guardarse muy bien las cartas que uno recibe si no quiere que sean leídas por los demás, o incluso deben destruirse si su contenido es comprometedor para los corresponsales. Es un derecho comúnmente vulnerado, a pesar de que todo el mundo sabe que violarlo es un delito. Nuestro código penal lo dice bien clarito: “El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales o intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses” (artículo 197). Así que, ya saben ustedes, ¡mucho cuidado con las cartas¡
SELLO.- Admite, en este diccionario, varias acepciones. 1. Arte gráfico que acompaña a una carta, su precio nos permite enviarla a mayor o menor distancia. 2. Juego simple de niños y no tan niños. Las fases del juego son las siguiente: despegarlo de las cartas, sumergiéndolos bajo agua durante unos minutos, es placer sencillo; colocarlo encima de una toalla y observar su curvatura; prensarlo entre las hojas de un libro. Cuando se adopta la forma de coleccionismo es llamado filatelia. 3. Hermano del papel, en su uso y en su descanso después de viajar con él. 4.Tesoro de la infancia.
WEST, NATHANAEL.- Escritor norteamericano (1903-1940), autor de la novela “Miss Lonelyhearts” (señorita Corazones solitarios), en la que cuenta la historia de un oscuro periodista que utiliza ese pseudónimo para firmar el consultorio sentimental de un diario de Nueva York, al que escriben cartas los lectores, sobre todo lectoras, buscando las tres C (consuelo, consejo y comprensión), o huyendo de su desgracia y soledad. A lo largo de la novela, el dolor ajeno acaba interfiriendo en su propia vida, hasta que ambos planos se confunden. Novela triste y melancólica en verdad, donde se ve que las nobles intenciones son inútiles instrumentos para modificar la sombría realidad. No apta para seres deprimidos o depresivos. Por eso no se aconseja escribir cartas a los consultorios sentimentales.
WEST, NATHANAEL.- Escritor norteamericano (1903-1940), autor de la novela “Miss Lonelyhearts” (señorita Corazones solitarios), en la que cuenta la historia de un oscuro periodista que utiliza ese pseudónimo para firmar el consultorio sentimental de un diario de Nueva York, al que escriben cartas los lectores, sobre todo lectoras, buscando las tres C (consuelo, consejo y comprensión), o huyendo de su desgracia y soledad. A lo largo de la novela, el dolor ajeno acaba interfiriendo en su propia vida, hasta que ambos planos se confunden. Novela triste y melancólica en verdad, donde se ve que las nobles intenciones son inútiles instrumentos para modificar la sombría realidad. No apta para seres deprimidos o depresivos. Por eso no se aconseja escribir cartas a los consultorios sentimentales.
Agotado estoy por intentar acabar con esta locura ¡A quién se le ocurre! Novatadas del bloguero. Gracias a Regenta (3 voces), Golondrina (1) y Fuen (1). HABÉIS GANADO EL PREMIO. A los demás, ánimo, todavía quedan premios: me faltan voces en todas estas letras: F, H, I, Q, T, U, Y, Z. ¡Estoy loco de remate!...
ResponderEliminar...que bonita entrada con mi nombre.....¡¡¡¡ la película me encantó....¡¡¡¡ ...me has traido recuerdos....estoy totalmente asombrada con tu capacidad para escribir....tus citas son siempre interesantísimas...te sigo....¡¡¡¡ y disfruto leyéndote....¡¡¡¡¡..y estos días me relaja mucho.... Un abrazo Berta
ResponderEliminarlo intentaré, me pido... la F por ser mi inicial, pero luego dale tu toque personal, así me gusta más...
ResponderEliminarLa filatelia es la afición por coleccionar y clasificar sellos, sobres y otros documentos postales. En los sellos queda representada parte de la historia nacional o regional de los países mediante figuras de personajes ilustres, monumentos, pinturas, flora, fauna, historia postal, juegos olímpicos, etc. El vocablo filatelia se debe al coleccionista francés G. Herpin, quien lo propuso en un artículo escrito para el periódico Le collectionneur de Timbres Poste, de París, que salió publicado 15 de noviembre de 1864. La palabra la formó de dos vocablos griegos: philos, que significa amante, y atelia, derivado de ateles, que significa pagado previamente o pagado de antemano. Más que la cantidad, es la rareza de los ejemplares de la colección lo que le da valor a ésta. Algunos sellos, en particular aquellos con errores de impresión, raros pero conocidos, llegan a adquirir un valor comercial muy elevado y son difíciles de conseguir.
ResponderEliminarREMITE:Nota que se pone en las cartas para identificar a la persona que la envia.Su ausencia es presagio de sorpresa, secreto..como aparece reflejado en "Carta de una desconocida"
ResponderEliminar( No había más que aquellas hojas; ni la dirección del remitente, ni tan siquiera una firma )
PLUMA ESTILOGRAFICA:Para muchos autores la mejor herramienta para redactar una carta.
ResponderEliminar"Hay la pluma que produce erratas quizá por propia comodidad.Hay la que tiene buena letra , la que quiere a toda costa hacer letra redondilla, con los ojos de las oes muy cerrados.Hay la que tiene una letra cercenada, más sincera que las demás y con la que el pensamientodisfruta rematando ideas..."
RAMON GOMEZ DE LA SERNA (Automoribundia )