sábado, 15 de enero de 2011

ME GUSTAN LAS MANZANAS....

 ..., porque cada una tiene un color y un sabor distinto.


Hay manzanas pequeñas,


y grandes manzanas.


Unas invitan al placer sexual,


...otras provocan un irrefrenable afán por alcanzar la sabiduría intelectual, como la que le dio a probar Eva a Adán del árbol del bien y del mal.


Algunas otorgaban la inmortalidad, como las del Jardín de las Hespérides,


o las que dio la Diosa Iduna a los Ases germánicos.


Alguna fue muy famosa por sembrar la discordia, como la manzana dorada que la diosa Éride arrojó a Paris  "para la más bella", lo que obligó a éste a elegir entre las diosas. Este juicio de Paris finalmente provocó la guerra de Troya.


Y aunque ha habido más "manzanas envenenadas", como la que comió Blancanieves,


otras han inspirado grandes ideas, como la que le cayó a Isaac Newton.


Algunas son maravillosas o surrealistas...


Incluso algunos han llegado a desarrollar una nueva tecnología de la manzana.


Pero todas, todas, son sugestivas o tentadoras. ¿Y ustedes, hace cuánto tiempo no muerden una manzana?

4 comentarios:

  1. Oda a la Manzana

    A ti, manzana,
    quiero
    celebrarte
    llenándome
    con tu nombre
    la boca,
    comiéndote.

    Siempre
    eres nueva como nada
    o nadie,
    siempre
    recién caída
    del Paraíso:
    plena
    y pura
    mejilla arrebolada
    de la aurora!
    Qué difíciles
    son
    comparados
    contigo
    los frutos de la tierra,
    las celulares uvas,
    los mangos
    tenebrosos,
    las huesudas
    ciruelas, los higos
    submarinos:
    tú eres pomada pura,
    pan fragante,
    queso
    de la vegetación.

    Cuando mordemos
    tu redonda inocencia
    volvemos
    por un instante
    a ser
    también recién creadas criaturas:
    aún tenemos algo de manzana.

    Yo quiero
    una abundancia
    total, la multiplicación
    de tu familia,
    quiero
    una ciudad,
    una república,
    un río Mississipi
    de manzanas,
    y en sus orillas
    quiero ver
    a toda
    la población
    del mundo
    unida, reunida,
    en el acto más simple de la tierra:
    mordiendo una manzana.

    Pablo Neruda
    1956

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  2. A mi, me traen entrañables recuerdos de la infancia, cuando mi padre, después de recoger los 400 Kg. de manzanas reinetas que daba aquel árbol de la huerta, las colocábamos sobre el suelo de tarima del desván , y su aroma impregnaba toda la casa.
    Duraban tiempo y tiempo sin estropearse.
    Nunca he vuelto a encontrar aquel sabor.

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  3. A mi me gusta tu blog, por eso vuelvo.
    Espero que todo vaya bien.
    Un saludo
    Cristina

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  4. Me quedo con la Gran Manzana. Tal vez algún día se convierta en mi hogar, al fin y al cabo me considero neoyorquina.

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