..., porque cada una tiene un color y un sabor distinto.
...otras provocan un irrefrenable afán por alcanzar la sabiduría intelectual, como la que le dio a probar Eva a Adán del árbol del bien y del mal.
Algunas otorgaban la inmortalidad, como las del Jardín de las Hespérides,
o las que dio la Diosa Iduna a los Ases germánicos.
Alguna fue muy famosa por sembrar la discordia, como la manzana dorada que la diosa Éride arrojó a Paris "para la más bella", lo que obligó a éste a elegir entre las diosas. Este juicio de Paris finalmente provocó la guerra de Troya.
Y aunque ha habido más "manzanas envenenadas", como la que comió Blancanieves,
Incluso algunos han llegado a desarrollar una nueva tecnología de la manzana.
Pero todas, todas, son sugestivas o tentadoras. ¿Y ustedes, hace cuánto tiempo no muerden una manzana?
Oda a la Manzana
ResponderEliminarA ti, manzana,
quiero
celebrarte
llenándome
con tu nombre
la boca,
comiéndote.
Siempre
eres nueva como nada
o nadie,
siempre
recién caída
del Paraíso:
plena
y pura
mejilla arrebolada
de la aurora!
Qué difíciles
son
comparados
contigo
los frutos de la tierra,
las celulares uvas,
los mangos
tenebrosos,
las huesudas
ciruelas, los higos
submarinos:
tú eres pomada pura,
pan fragante,
queso
de la vegetación.
Cuando mordemos
tu redonda inocencia
volvemos
por un instante
a ser
también recién creadas criaturas:
aún tenemos algo de manzana.
Yo quiero
una abundancia
total, la multiplicación
de tu familia,
quiero
una ciudad,
una república,
un río Mississipi
de manzanas,
y en sus orillas
quiero ver
a toda
la población
del mundo
unida, reunida,
en el acto más simple de la tierra:
mordiendo una manzana.
Pablo Neruda
1956
A mi, me traen entrañables recuerdos de la infancia, cuando mi padre, después de recoger los 400 Kg. de manzanas reinetas que daba aquel árbol de la huerta, las colocábamos sobre el suelo de tarima del desván , y su aroma impregnaba toda la casa.
ResponderEliminarDuraban tiempo y tiempo sin estropearse.
Nunca he vuelto a encontrar aquel sabor.
A mi me gusta tu blog, por eso vuelvo.
ResponderEliminarEspero que todo vaya bien.
Un saludo
Cristina
Me quedo con la Gran Manzana. Tal vez algún día se convierta en mi hogar, al fin y al cabo me considero neoyorquina.
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