domingo, 13 de febrero de 2011

EGO



Imaginen ustedes una araña que ha decidido vivir en la red. Estaba la pobre, sola y harta de que intentasen comérsela o aplastarla. La araña empezó un día a tejer sus propios hilos, hechos con lo que salía de sus tripas, para ver cuántos inocentes caían en su red. Ese soy yo, tejiendo mi red en la red.

Me pregunto yo, si alguno de ustedes no se habrá preguntado alguna vez a qué viene el nombre con el que he bautizado este rincón. La respuesta es obvia, a poco que uno quede atrapado un poco en sus hilos: todo son círculos concéntricos en torno a mi persona, al yo, eso que los romanos llamaban ego. Lo que leo, lo que veo, lo que siento, lo que pienso, lo que copio, lo que escribo, lo que escucho.... No sé cómo lo aguantan. Desconozco exactamente cuál es la plabra adecuada para mi actitud, hay muchas: egoismo, egotismo, egolatría, egocentrismo... Creí, y sigo creyendo, que egoteca es un nombre adecuado para nombrar este lugar, donde acumulo vanidad, donde guardo los objetos del culto que practico, del que soy sumo sacerdote, y donde los fieles pueden encontrarme cada semana. “En cada tela de araña espera un templo”, decía Andrés Trapiello, y aquí está el mío.

Claro que tan sabio escritor también dijo que “en el monte ego mueren hasta los mejores alpinistas”. Al final esta egoteca acaba siendo como una cartilla de ahorros en la que me paso la vida metiendo los caudales, y que cuando necesito algo la encuentro vacía. El ser egotista, la araña tejedora, acaba siendo un ser fatalmente desdichado y antipático, pues nada cansa tanto como hablar de uno mismo.

Por eso acabo hablando de los demás. Procuro, eso sí, que sean personas de algún mérito o curiosidad (no como yo). Algunos son bichos raros que van cayendo en mi tela. Disculpen si alguno se les indigesta. Y hablando de bichos raros, acabo recomendándoles la lectura de un libro reciente que ha caído en mis manos. Se llama Diccionario de Literatura para Esnobs y (sobre todo) para los que no lo son.

Su lectura es divertida, pero creo que hay que cuidarse de los esnobs. Son personas que imitan con afectación a aquellos que consideran distiguidos o de clase social más alta para aparentar ser como ellos. En el ámbito intelectual, para distinguirse de los demás, sólo manifiestan gusto por los autores raros y desconocidos. Cuando alguno de estos se hace famoso, los esnobs se sienten usurpados por el público y expulsan al autor de su olimpo para los escasos elegidos (happy few). En este diccionario hay unos cuantos de esos escritores. Si alguna vez se cruzan con un esnob intelectual, presuntamente culto, que por ello pretende ser superior a ustedes con su erudición majadera, pueden soltarle cualquiera de los nombres “de culto” que están en este diccionario y quedar bien.

Al fin y al cabo, esto de la cultura, no debe ser otra cosa que placer. Cualquier obra de arte, literaria, musical y demás, debería ser como comerse una croqueta, que si a uno le gusta, muy bien, y si no, no pasa nada, hay otras cosas que probar y disfrutar. Y cuanto más conoce uno y más prueba, mejor. Todas las arañas somos voraces y a muchas nos gusta el refinamiento y, si además de comer con esplendor y abundancia, lo hacemos con elegancia y originalidad, mejor.

5 comentarios:

  1. "Dijo el rey: Farlimas, este es el dia en que debes alegrarme el corazón: Cuéntame, pues una historia."Farlimas comenzó a narrar.El rey Akaff escuchaba, y con él, los invitados.
    Todos se olvidaron de beber; todos, y tambien el rey, se olvidaron de respirar.Cuando hubo terminado, todos habían caido en un dulce sopor.
    El rey Akaff habia olvidado sus pensamientos de muerte.

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  2. Un escritor chino, Lin Yutang, dijo:

    "Leer libros en la juventud es como mirar a la luna por una rendija; leer los libros en la edad madura es como mirar a la luna desde el patio, y leer libros en la ancianidad es como mirar a la luna desde una terraza abierta. Solo quien sepa leer libros sin palabras (o sea el libro de la vida misma) puede decir cosas que sorprendan por lo bellas."

    Cuando yo todavía pensaba que el mundo podía ser un lugar feliz, leí "La búsqueda de interlocutor y otras búsquedas", de Carmen Martín Gaite, y aquel pequeño ensayo, editado en la editorial Nostromo, marcó mucho mis pensamientos durante muchos meses. Luego leí "El cuento de nunca acabar", que desarrollaba las mismas ideas, y que editó maravillosamente otra editorial desaparecida Trieste.

    La cita de este libro, Regenta, me ha recordado aquellas lecturas, y me ha hecho consciente de que ví entonces la luna por una rendija. Creo que todavía tengo que esperar unos años y releer, para ver una auténtica luna frente al mar, pues recuerdo poquísimo de aquellas lecturas dichosas. Y, eso sí, no sé si estoy muy de acuerdo con Lin Yutang, pues creo que, por muy bella que esté la luna cuando sea viejo, no podré volver a vivir la maravillosa sensación de las lecturas adolescentes.

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  3. me ha gustado tu escrito sobre la tela de araña....¡¡¡¡ iba a escribirte un comentario ....leo los dos anteriores..y ante tanta sabiduria ..me siento pequeña.....¡¡¡¡¡ Un abrazo Berta

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  4. La luna volverá a estar llena este próximo viernes...y de nuevo, por un instante, el mundo volverá a ser un lugar feliz.
    Eres afortunado porque no solo posees el don de leer libros sin palabras, sino que además juegas con ellas para crear belleza, y lo que es mas importante, la compartes con los demás.
    Gracias por la carta.Le has hecho feliz

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  5. Yo hace bastante que no te dejo ningún comentario, anti, lo que no significa que no te lea. Te sigo leyendo, sigo disfrutando con lo que leo...
    Te admiro.
    Un besín para ti y otro para Lourdes.

    Marisa.

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